Ivy Queen se cortó sus uñas para una importante audición.

Quince años de carrera musical no pasan en vano y para la primera mujer que se lanzó a cantar reguetón, su trayectoria ha significado, en parte, la constitución de un batallón de fanáticos.

“La Caballota” Ivy Queen se conectó ayer miércoles con sus “soldados” en un videochat transmitido por primerahora.com y demostró cuán importantes son para ella los cientos de admiradores que tiene en distintas partes del mundo. Tanto así que se mantiene en contacto con ellos a través de sus cuentas de Myspace y Facebook, pues es ella misma, nadie más, quien contesta cada uno de los mensajes que le envían.

“Soy demasiado cibernética”

, estableció desde el inicio de la conversación.

“Muchos de estos fanáticos buscan como un aliento, un consejo y, aparte de ser cantante, soy trabajadora social porque tengo unos casos que a veces resuelvo que son heavy, heavy…”

Ivy llegó para su cita haciendo alarde de su incomparable estilo de mucho brilloteo. Brillo en el charol de sus tacones, brillo en sus patalones de lentejuelas, brillo en sus aretes y brillo en su tatuaje. Sí, la “Drama Queen” se ha incrustado cristales swarosky en el tatuaje que luce cerca del hombro y adelantó que quiere ponerse más en otros lugares del cuerpo, como en la línea del bikini.

Aún siendo una mujer muy segura de sí misma y consciente de sus atributos, Ivy Queen le confesó a uno de sus fanáticos que no se considera un sex symbol.

“Cuando yo empecé en este género, me sentía como el patito feo de la película, porque escuché como a 400 personas decir que esta música no era para mí, que no tenía el look, que era fea”

, recordó.

“Yo me dediqué a darle un tapaboca, con mi música primero y, luego, levantando mi ego como yo quería”.

Así, dijo, ha logrado mantenerse vigente.

“No es por estúpida que estoy en un género dominado por hombres”

, sostuvo con la firmeza que la caracteriza.

Y hablando de hombres, “la diva” anda soltera, feliz y sin la necesidad de acompañante.

“Me siento bien porque me siento con la libertad de hacer lo que me da la gana”.

“Un hombre no me completa. Yo completo a un hombre”.

Por eso, aunque Ivy anhela convertirse en madre, no lo hará hasta que aparezca un varón que valga la pena. Si no aparece, buscará otras alternativas para cumplir su propósito.

Con la salida de Drama Queen, Ivy Queen proyecta volver a presentarse en el Coliseo de Puerto Rico.