¿Es que acaso los shows de reggaetón terminarán siendo los más resonantes del año en Córdoba? Si bien aún hay que esperar y ver qué pasa con el recital que Andrés Calamaro brindará en diciembre, lo cierto es que, considerando el explosivo show que brindó Daddy Yankee en junio y el recital que anoche brindaron los también portorriqueños Wisin y Yandel, el ritmo centroamericano más caliente viene perfilándose como el éxito del año en nuestra ciudad.
Al igual que sucedió en la previa del recital de Daddy Yankee, los fans de Wisin y Yandel comenzaron a reunirse en las inmediaciones del Orfeo Superdomo desde el mediodía de ayer, mientras los vendedores de vinchitas, remeras y DVD’s ofrecían su mercadería también desde temprano.
Sin embargo, la estricta puntualidad del espectáculo (incluso comenzó dos minutos antes de las 21.30, hora prevista) hizo que muchas de las 8.000 personas que fueron al Orfeo engancharan la fiesta empezada. La multitud estaba compuesta principalmente de adolescentes de entre 14 y 17 años, muchos de ellos con sus padres.
Control abrió el show y, por el contrario, sembró el descontrol en los fanáticos. La puesta en escena incluía ocho bailarines (cuatro chicas y cuatro chicos) y tres pantallas gigantes. La banda estaba conformada por ¡tres tecladistas!, un dj, un bajista y un batero. Los dos tenían campera de cuero negra, cintos con hebillas grandes, rapados y anteojos oscuros… parecían un espejo con movimientos independientes. Su look es de raperos, aunque con aires de discoteca, luciendo ropa más ajustada.
“Esta canción es el termómetro del show”, anunciaron y dispararon con Ahora es, para seguir subiendo la temperatura. Después de Noche sexo, hubo un interludio a cargo de los bailarines, y luego Gadiel (hermano menor de Yandel) interpretó Sin palabras, y tuvo la posibilidad de mostrarse.
El momento romántico mostró a las dos estrellas sentadas en banquetas cantando Lloro por tí y Gracias a tí, pero ahí nomás regresó el reggaetón más caliente con Yo te quiero y Rakata.
“Es lindo ver a muchos padres con sus hijos, queremos agradecerle a ellos por hacerles conocer nuestra música a sus hijos”, dijeron con tono diplomático. Los chicos del campo, mientras, constantemente tiraban ofrendas que dos gigantes guardaespaldas iban recolectando y apilando sobre dos parlantes al costado del escenario.
Pirotecnia. Tal como se espera de estos espectáculos, hubo abundante pirotecnia para darle más intensidad al show, con la lluvia de chispas sobre la boca del escenario y las explosiones de papelitos plateados (que bañaron al público en Sexy movimiento). Después de las guerritas sobre si los hombres o las mujeres “tenían el control”, llegó la hora de hacerse rogar por los bises:
“Si hacen una bulla de 20 segundo volvemos”, dijeron detrás del escenario. El regreso fue con Me estás tentando y el cierre final, con el súper hit Abusadora. Una hora y media exacta. Puro palo, reggaetón y a la bolsa.
Razones para sacar pecho. Si bien a Wisin y Yandel muchas veces se les va un poquito la mano con la soberbia (viven haciendo gala verbal de la cantidad de discos que venden, y el ataque verbal contra sus colegas reggaetoneros es punzante y constante), lo cierto es que los recientes pergaminos que traen a Córdoba son ciertamente impresionantes.
El sábado pasado, por ejemplo, el dúo convocó alrededor de 20 mil personas en el estadio del Olimpia, en Paraguay. En nuestro país, además de la actuación de ayer en nuestra ciudad y de la que tienen pendiente en Rosario para el viernes, lograron agotar completamente dos fechas en el Luna Park porteño (donde se presentarán hoy y mañana).
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